Por: César Ramiro García
“Mi compañero había echado un trozo de resma al
fuego; de repente brotó una pequeña y delgada llama, en la que vi el pájaro con
la cabeza amarilla de gavilán”
Todo el que quiera nacer debe antes destruir
un mundo.
El 21 de
diciembre de 2012, lejos de los reflectores que invadieron decenas de ciudades
precolombinas por la llegada del Oxlajuj Baktún, se realizaron innumerables
ceremonias en lugares menos públicos, pero sin duda más significativos.
Una de ellas
se celebró en Champerico, al lado del mar, en la costa del pacífico de
Guatemala. Fue la vigésima ceremonia del Winal, los 20 días anteriores al
Oxlajuj Baktún. El lugar, en el que se reunieron menos de 10 personas, no fue
escogido al azar. La llegada del Baktún, más que el término de un ciclo (como
erróneamente se le ve desde la óptica occidental) se trató de un nuevo
comienzo, por lo tanto era primordial observar la llegada de un nuevo sol.
Los ojos que
observaron el fuego esa noche vieron cómo, poco antes de las seis de la mañana,
el sol nacía, en el horizonte marino, como saliendo de un útero materno, como
un pájaro rompiendo su cascarón. Previamente, las señales que anunciaban el
nuevo sol se habían presentado durante la noche en el fuego sagrado: Chac apareció
en forma de lagarto y en el altar maya también se observó una figura con forma
de gavilán.
¡No se llega por casualidad a conocer a Abraxas…
Para quienes
hemos leído Demian recientemente, la escena que narro arriba nos es familiar,
por su parecidocon la escena descrita por Hermann Hesse en el capítulo 5 del
libro, en el que el músico Pistorius y Emil Sinclair se sientan “a filosofar un
poco”, una noche en casa de éste.
Entre sus
posibles significados, Abraxas representa el fuego y la palabra sagrada. Como
deidad su culto se remonta a tribus celtas y etruscas y más adelante a algunas
sectas gnósticas. Su característica principal es la contención en sí mismo de
la dualidad bien-mal, lo que le convierte en un ente en el que se anula la
moralidad.
La dualidad es
precisamente una de las características de las energías del calendario maya.
Ninguna de ellas es completamente negativa ni positiva. La espiritualidad maya
encierra en sí misma esa posibilidad de la que habla Demian, de integrar los
dos mundos (el divino y el demoníaco), en uno sólo.
Mis
conocimientos sobre espiritualidad maya y sobre gnosticismo son escasos, quizá
por eso la historia que relato arriba sobre el OxlajujBaktún me causó tanta
impresión, pues me fue compartida por un guía espiritual pocos días antes de
que iniciara mi relectura de Demian. ¿Sabía Hesse algo que escapa a nuestra
comprensión? Sin duda. El maestro del existencialismo alemán se había dedicado
a estudiar cosmovisiones alejadas del canon occidental de su época.
Estas
similitudes que encontré también pueden explicarse como el resultado de un
conocimiento universal compartido por culturas alrededor del mundo, independientemente
de la distancia, el momento histórico, etcétera. Algunos de los fenómenos, como
la formación de figuras zoomórficas en el fuego, o el nacimiento del nuevo sol
en el horizonte marino (fatamorgana) tienen explicaciones
científicas, pero no debe olvidarse que la matemática es parte fundamental de
la espiritualidad maya (¿qué es el conteo del tzite’ hacia atrás en el tiempo
si no matemática?) y las letras griegas que componen el nombre Abraxas suman
los 365 días del año.
Después de todo, la adoración del fuego no ha
sido la mayor tontería que el ser humano ha inventado.
@crgarciag
Bien me parece la relación. El bien y el mal, Abraxas y la espiritualidad maya, son verdades transferidas en distintas épocas por distintos seres en sus propios lenguajes y diversidad de imágenes. Creo que H Hesse percibió, conoció y aún palpó qué había detrás de la materia. De igual manera, los grupos mayas que han asistido al nacimiento de la Verdad, como los sacerdotes orientales o los pueblos de la Antiguedad, todos han captado la esencia desde su propia época. La lectura de Demian me dejó cierta gratitud, algo como si me hubieran dado un coshco en la cabeza, para que reflexione y retorne a lo que importa. Debo prestar más atención a la estrellas y ala sol, externos e internos, y no tanto a mi estupidez diaria que olvida de dónde brota su existencia. Gracias HH por señalar con el dedo la ruta de Sinclair, y gracias hoy a César por apuntalar esa grandeza oculta, y tan a la vista. Saludos
ResponderEliminarCesar,
ResponderEliminarAgradezco enormemente que me hayas invitado a leer esto. Ha sido una de las cosas más hermosas que he leído y relacionado con la frase de Demian que tanto me gusta. Difícil adjetivar algo tan profundo. Busqué (y Abraxas lo sabe) por mucho tiempo algo que me ayudara a entender. Qué bueno que apareciste como señal. ¡Qué bueno!
Abrazos.