Rara vez tenemos teatro por acá. La última vez que fui a ver una obra resulté con deseos de salir corriendo porque había visto mejores actuaciones en las improvisaciones del colegio. Sin embargo, esta vez me sentía emocionada por ver la puesta en escena de una historia que había podido leer antes.
La historia la deglutí con avidez en privado y acompañada de tres manzanas fui al teatro y no tuve que esperar más que un discurso después de la hora indicada para disfrutarla.
Uno se imagina a los personajes de una forma y la adaptación (en el caso de las películas) deja a veces incompleta la expectativa creada mentalmente. En este caso, (aunque los nombres no los recuerdo bien) me impresionó la actuación de "Sonia"(?) la madre. Más porque al inicio no distinguí al personaje que desarrollaría pero su capacidad para ir del sufrimiento intenso del abuso a un cinismo cómico en otro momento de la obra me parece muy interesante.
Los demás actores me parecen bastante bien y apropiados de su personaje y debo resaltar la admiración que siento por el trabajo de Vicky.
La historia está muy bien sustentada. Los personajes son fuertes porque sus motivos son claros y la raíz de cada uno de ellos se acomoda a una historia colectiva sin dejar cabos sueltos en las historias individuales. El tiempo en que gira es un tiempo lineal general con pequeñas regresiones "terapéuticas" que hacen la historia más interesante. A pesar del tiempo que la obra abarca, el interés se mantiene y completa la sensación integrando al público con un final inesperado en el que sin desearlo se vuelve el espectador parte de la trama.
Aunque el vestuario es casual juega con los colores y su interpretación y significado, que se complementa bien con la escenografía que resulta funcional y representativa a pesar del poco espacio que tiene nuestro teatro.
Los efectos de luz fueron sencillos pero considero que se aprovecho al límite el recurso escaso disponible acá. Un par de errores en las líneas que no fueron extremadamente notorios por la capacidad de los actores de continuar con la historia y el final que me hubiese gustado una lectura más rítmica y apropiada.
En conclusión, disfruté la obra. No soy crítica de arte ni mucho menos me atrevería a creer que mi visión es verdad absoluta sobre algo porque considero que los libros, fotografías, películas y cualquier otra creación es como una persona: te pueden hablar mil cosas de ella pero nunca es igual a conocerla.
Y si tienen oportunidad, eso es lo indicado.
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